En el reciente informe presentado por el Defensor del Pueblo de gestión del año 2018, en el apartado de medio ambiente, en cuanto a las consideraciones generales advierte de nuevo como la administración renuncia a actuar en muchos casos en los cuales existe, en mayor o menor medida, una contraposición entre intereses económicos y el respeto al medio ambiente.
Ya fuese como consecuencia de la adopción de decisiones que implican un control de las actividades exclusivamente formal o tan apegado a la letra de la ley que se desvirtúa, o imponiendo a los particulares unas obligaciones de prueba respecto a las violaciones de la normativa vigente que hacen muy difícil para los ciudadanos demostrar que dicha violación existe. Destaca de nuevo el ruido o contaminación acústica, dentro de este apartado de medioambiente, la queja que más denuncias ha recibido la oficina del Defensor del Pueblo de los ciudadanos de nuestro país.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros organismos, se tiene comprobado que el ruido es el desencadenante directo de trastornos que finalmente pueden ser muy perjudiciales para la salud con mayor incidencia dependiendo de la edad, y señala las personas mayores o niños en edades tempranas, los principales grupos de atención. Estos perjuicios varían desde trastornos puramente fisiológicos, como la pérdida progresiva de audición hasta los psicológicos, los cuáles llegado el caso provocan irritación y cansancio en las personas que se vean afectadas, lo que les lleva a tener disfunciones en su vida cotidiana. El ruido con niveles superiores a los 80 decibelios se ha comprobado en diferentes estudios puede aumentar la agresividad de la persona.
En CESVENT tenemos una máxima, CIERRA LA VENTANA AL RUIDO
Más de la mitad de los ciudadanos europeos vive en entornos ruidosos y un tercio soporta niveles de ruido nocturnos que perturban su sueño.
Es cierto que, como consecuencia de obras, de tráfico a determinadas horas del día, o de vivir en zonas de terrazas, sobre todo en épocas estivales, puede provocar que el ruido se cuele en nuestras casas, casi de forma imperceptible, pero calando en la salud de todos aquellos que vivimos en ella.
Si bien en algunos casos la administración competente no puede mirar para otro lado, en otras la ubicación de nuestro hogar hace imposible mermar este enemigo invisible. Para ello desde hace unos años las nuevas ventanas que se instalan son capaces de disminuir de forma eficaz el ruido proveniente del exterior. No hablamos sólo de la ventana, hablamos de los perfiles, los cristales, y el tipo de persiana y herrajes que hacen que el cierre de la misma se haga de forma segura y precisa, componentes esenciales para que tengamos una calidad de vida en nuestro hogar independientemente de lo que ocurra en el exterior de su hogar,
Para ello aconsejamos, se pongan siempre en contacto con expertos, porque no todas las ventanas son iguales, y las ventanas CESVENT si le garantizan que le protegerán del ruido a usted y a su familia.